Caminar en una nube: la alegría de Lautaro
La familia Algiró primero paseó por Villa Nougués donde Lautaro, de 11 años, pudo conocer la nieve por primera vez. La emoción no se borró de su cara, ni de sus grandes ojos claros, ni siquiera cuando llegaron a San Javier y la visibilidad era mínima por la densa niebla.
Parado frente al Cristo, casi invisible detrás de la cortina blanca, Lautaro resumió la experiencia a su manera: “Me gustaron mucho los dos lugares. Porque primero pude jugar con la nieve, y aquí es como caminar en una nube”.
Escapada exprés: de Santiago del Estero a los cerros tucumanos
La familia Martínez improvisó un picnic cerca de los merenderos, en las inmediaciones del Cristo. Mate en mano, entre risas y abrigos gruesos, compartieron un momento especial, que ni el frío desalentó.
“La pasamos espectacular. Estamos disfrutando”, resumieron. La decisión de subir fue casi espontánea: “Vinimos a Tucumán por una consulta médica y, al enterarnos de la nevada, no dudamos en venir hasta acá”, contaron los visitantes santiagueños. La niebla cubría el paisaje pero el espíritu de aventura los mantenía cálidos, y los chistes que hacían para mantener el calor con mates calentitos.
Comidas pensadas para abrigar: dos sopas que cuidan tu organismo del frío extremoLas manitos de “Guille”: un recorrido que valió la pena
Con sólo 11 años, Guillermina demostró paciencia y creatividad. En Villa Nougués, con las pocas acumulaciones de nieve que quedaban, empezó a dar forma a un pequeño muñeco lleno de detalles. “Vi nieve cuando era pequeña, pero ya casi no la recuerdo. Ahora sí la voy a recordar”, dijo con una sonrisa.
Al ver que en San Javier no podría cumplir su deseo, con su familia decidieron ir un poco más allá. Recorrieron los 12 kilómetros que separan a este lugar de la Villa que aún estaba congelada. Y allí sí el paisaje blanco era más generoso. ¿Valió la pena el esfuerzo? “Sí, valió la pena”, respondió sin dudar.
Memorias: la ilusión de los Maltés
La familia Maltés dejó el calor de su casa para lanzarse a la aventura. Subieron al cerro después de no haber podido hacerlo el lunes, pero durante el ascenso la niebla hizo pensar lo peor: “Ya no se veía nada, y todo eran caras largas”, confesaron. Pero su desilusión se transformó en alegría. Juntaron nieve en una manta y construyeron un muñeco bastante grande. La mamá reflexionó: “Este recuerdo quizás nosotros lo creamos con nuestros abuelos, y ahora lo podemos recrear con ellas. Es hermoso”. Al volver al colegio, sus hijas llevarán algo más que cuadernos, llevarán anécdotas para toda la vida.
Cifras enormes: San Javier se desbordó de ilusión
El ambiente en San Javier cambió por completo en apenas 24 horas. La postal blanca que el lunes sorprendió a miles de tucumanos ayer dio lugar a un paisaje dominado por la niebla y el frío. El césped ya no mostraba rastros de nieve y tampoco se vieron los tradicionales muñecos que muchas familias construyeron con entusiasmo en medio de la ola polar.
La ola polar y la mente: cómo mantener el bienestar emocional cuando hace fríoSegún datos oficiales del Ente de Turismo recogidos por Matías Auad, la nevada del lunes alcanzó una profundidad de entre cuatro y seis centímetros en San Javier.
La magnitud del evento atrajo a alrededor de 10.000 personas, una cifra que superó ampliamente las expectativas y desbordó la capacidad del lugar.
La fuerte afluencia de público no solo modificó el paisaje, sino también la dinámica comercial de la zona. Los bares, cafeterías y locales gastronómicos trabajaron a pleno y no dieron abasto ante la demanda.
Galería de imágenes: el frío modificó el paisaje en Tucumán“La concurrencia fue impresionante”, indicaron los responsables de la atención turística del lugar ante las cámaras de LG Play.
No obstante, ayer con un cielo cubierto y un Cristo Redentor casi invisible detrás de la niebla, San Javier recuperó de a poco su calma habitual, mientras el recuerdo de un lunes atípico todavía flota en el aire.
Ruta peligrosa: baches problemáticos
Desde San Miguel de Tucumán a San Javier, la ruta 338 se encuentra en buenas condiciones. Lo confirmó la familia Chalin Lemos, que en la zona de El Rulo frenó su auto para tomar una fotografía que los haga recordar este día.
No obstante, desde El Cristo Bendicente hacia Villa Nougués las condiciones ya no eran óptimas. La calzada no estaba congelada, pero los baches y algunos “parches” rústicos con los que se intentó mejorar el pavimento, sólo consiguen que los vehículos reboten en algunos tramos. Por estas razones, se pide a los conductores manejar con precaución.
Botellitas: nada detuvo la ilusión
Aunque quedó muy poca nieva, la ilusión de verla fue enorme. Ayer muchas familias que subieron a San Javier o a Villa Nougués se las ingeniaron para armar sus propios muñecos de nieve, aunque el paisaje ya mostraba claros signos de deshielo. Lejos de resignarse, padres, madres y chicos recorrieron los rincones donde aún quedaban restos blancos y, a falta de palas o baldes, usaron algunas botellas vacías para recoger y transportar cada puñado de nieve que encontraban. La meta era poder armar, aunque sea, un pequeño hombrecito de nieve. Así, en los techos de los autos, sobre el capó o incluso en el piso junto a los merenderos, aparecieron figuras improvisadas, con ramitas por brazos y piedras o tapitas como ojos.
Pronóstico: ¿sube la temperatura?
El Servicio Meteorológico Nacional anunció para hoy cielo despejado, con una temperatura mínima de 7 °C y una máxima que llegaría a los 12 °C.
En tanto, a partir de mañana el frío empezaría a aflojar, con una mínima de 5 °C pero con una máxima de 20 °C.
Finalmente para el viernes y el resto del fin de semana se esperan 11 °C y 20 °C, con nubosidad variables pero sin probabilidades de precipitaciones. Por lo que la ola polar empezará a despedirse de nuestra región.